jueves, 16 de mayo de 2013

La labor de los bloguers en el mundo del vino. ¿Necesarios o un mal del mundillo vitícola?


Hace unas semanas me visitó el enófilo, Joan Gómez Pallarés, de Devinis. El pobre, venía de estar recorriendo el país vitícola durante 2 meses. (“Pobre”, !quien pudiera hacerse un entre copas de dos meses¡. Yo mataría por la mitad de tiempo y visitar la mitad de las bodegas). Habíamos charlado mucho anteriormente y me parecía un tipo interesante. Tener una larga charla con alguien que aparca su vida un par de meses para profundizar en el alma y meollo de los que estamos a pie de viña-bodega, no se puede dejar escapar. Visitamos gente interesante, una elegida por él y otra por mí.  Me gustó que se sorprendiera por las gentes, paisajes, viñas y suelos. La mayoría de la gente tiene una visión equivocada de lo que es Galicia: que si aquí llueve mucho, que todos hablamos como Lendoiro y que esto es como la Borgoña. Que nuestros vinos son finos, delicados y con acideces muy altas por ser una zona fresca. Bueno eso es lo que uno espera encontrar, todos tenemos tópicos en la cabeza. Afortunadamente todo eso es falso. Donde trabajo se parece más al Douro, por clima y variedades. Yo hago vino con uvas maduras y con un par. Sobre lo de hablar como Lendoiro, Me gustaría tener más acento para que no me vuelva a pasar como el otro día en Barcelona. Me preguntaron si era de Bilbao¡. Por supuesto le dije que si, los de Bilbo somos tan chulos que nacemos donde queremos, por eso soy Gallego señora ¡¡¡¡
Yo que soy un poco gamberro, me gusta observar a la gente que nos visita y ver de qué palo van. Llevo ya mucho tiempo en esto y me tienen visitado ya cientos de hosteleros, unos cientos de importadores y unas decenas de bloguers. Les cuento lo que hacemos y como trabajamos. Veo cuando sacan las fotos y a lo que. Si ponen interés, si no dan crédito a la cantidad y altura de la hierba de las viñas, a las barricas, etc. Sus preguntas, dan el nivel de formación vitícola que tienen. Si ves que no controlan demasiado pasas a un nivel más básico. No hay nada que fastidie más a la gente que no enterarse de lo que le hablas. Intentas explicarlo lo más sencillo, claro posible, de la forma más humilde y si puede ser divertida mejor. Nunca sabes quien tienes enfrente y lo que sabe.
Pero los hay muy cabritos y van en plan no tengo ni idea. Cuéntame lo que quieras tú. En el momento preciso hacen la pregunta interesante. Entonces es cuando les ves”  Eye of the tiger




”Esa mirada en que él y tú sabéis, que no vino aquí a tomar las aguas. Me gusta compartir con la gente lo que hacemos y me entrego. Normalmente cuando voy a un sitio me gusta que la gente haga lo mismo. No suelto el rollo de guía turística ni esto es una de las bodegas del trenecito o autobuses de extranjeros. Joan venia a observar, a analizar, a chuparnos como la cabeza de una gamba. La verdad es que cada vez que la gente te visita a lo largo de un día entero, al irse se llevan un trocito tuyo y mucha energía. Esa energía vital que te hace arrancar todos los días y seguir con la misma ansia en este mundillo.
Hay mucha gente, bodegueros, viticultores, etc. Que no sacan el traje de vendedor nunca y no ves realmente lo que hay detrás. Como son, lo que sienten y por qué hacen lo que hacen. Me da más confianza cuando la gente se muestra como es realmente.
Durante las dos noches que pudimos hablar largo y tendido, hablamos de muchas cosas una de las que más me intrigó es el tema del que me habló, los blogueros del vino.¿ Ayudan o hacen daño al sector?
El que no es bloguero, solo enófilo, (lo recalcó varias veces) piensa bastante parecido. Al mundo del vino le hacen mucho daño los blogueros. Los blogueros malos y los malos blogueros esos que solo hablan bien de los vinos que hablan bien los demás. Para los que solo valen los vinos que van con sus gustos. Los que no van más allá,  a esos a los que la niebla no les deja ver la viña que está más allá. Esos que mitifican sin saber quién es el que está detrás, sin haber metido el dedo. El que va a una viña y la viña no entró en ellos. El que mira sin querer ver, ese que no se cuestiona si lo que le están contando es cierto.
Por el contrario son muy necesarios los que van sin prejuicios y sin pretensiones. El que con una hoja en blanco, con el cuaderno y el zurrón por llenar, ese puede sorprenderse y valorar en su justa medida un vino y a quien lo hace.



Estas navidades para comprobar lo que era la Creta de Champagne, nos metimos en medio de todas las viñas a pesar de estar nevadas. La caliza se nos pegó a los zapatos y en un par de metros se nos hizo casi imposible andar. Algo parecido nos ocurrió pero con la ruedas del coche en una visita a un compañero mío en quinta sardonia. Hay que ir con ganas de aprender, pero ser también críticos, que los bodegueros somos muy golfos. Te vendemos la moto y si nos dejas hasta te vendemos unas botellas, jajaja.
Sin embargo al mundo del vino le hace falta desvestirse de ese corsé tan snob a veces. Dotarlo de más normalidad y acercarlo a la gente que quiere saber. Acercarlo a la que solo le divierte, a la que simplemente le interesa saber quién es el que hizo el vino que está probando.
Pero hay que dotar al mundo de la red de propuestas diferentes, tiene que haber los que prueban un vino y lo comentan. Los que hacen viajes a bodegas, los que hablan de sus experiencias con un vino, los que hacen sectarismo de un tipo de vinos o otros. De todo menos los que encumbran y dan coba porque si. Los que ponen a parir por que una botella no le gustó y otra que probó otro día de otra añada sí. Cada botella es un mundo y no saben cómo se conservó esa botella. Los que hablan solo de un vino por que lo venden o tienen algún interés en el (Que los hay). Los que hablan mal simplemente porque así parece que sabe más y es más crítico. Por estar la zona de moda o por no estarlo ya. Porque mola ahora esa variedad o ese tipo de vinos. Hay que hablar mucho y de lo que sea, pero siempre con información, independiente y veraz. Más información y no desinformación que es lo otro. Pero el problema que eso son horas de vuelo y miles de litros bebidos y escupidos. De vinos buenos y malos, eso nos decían cuando estudiaba. Hay que tomar de todo para poder comparar.



 Hay gente valida que se va abriendo a otras cosas y ya no solo habla de un vino si tiene acidez  o  es atlántico. A medida que ensanchan su horizonte vitícola, se fijan en lo que realmente es importante. Si un vino es bueno o no, de aquí o de la china. (En poco tiempo así será y más barato que el español). La calidad y si tiene alma, lo único importante.
El caso es que Joan vino pensando creo yo una cosa y se va pensando otra. Si estoy de acuerdo en algunas cosas y en otras no. Hablamos mucho, sobre gente, suelos, formas de trabajar. Creo que a veces los suelos y el clima mandan tanto, que aunque asesinen los suelos, salen vinos impresionantes. Claro que los vinos con otra viticultura serian mejores, pero si a pesar de eso salen esos vinos. Hay que valorarlo, no juzgarlo por no hacer tal o cual. Igual que al revés, no por ser natural o eco tiene que ser mejor. Lo malo es malo da igual como se haga.
No desmitifico, ni encumbro simplemente por el exterior. Si fuera así, no me bebería la mayoría de los vinos de Francia o Alemania que me gustan. Gran parte de las bodegas tienen tanta porquería que muchos cerdos sentirían asco. Me molesta ver como periodistas, críticos, importadores extranjeros y nacionales critican a bodegueros nacionales y encubran a otra gente igual de sucia. Parece que el brett de borgoña mola más. El hongo de tres palmos de una cueva de Alemania que amenaza con devorarte si te acercas a menos de  tres metros le da esa pátina de misterio y esa complejidad de los grandes vinos.
No soy el mayordomo del algodón, pero si me gusta la limpieza. No voy sucio a recibir a nadie ni aunque haya estado trabajando en bodega o viña. Aunque a mucha gente le pareces mejor viticultor y más autentico si vas lleno de tierra y el coche hecho una cuadra.
Yo creo que uno es como lleva su coche, no tiene nada que ver con el precio. Es una opinión, una amiga opina que la gente es como su nevera.
En fin, el amigo Joan se va como dice el con un Master en Ribeiro. Yo creo que podría ya dar clases y muy buenas.
Espero vuestras opiniones acerca de lo que pensáis sobre el tema bloguers, a favor y en contra. Un saludo.

27 comentarios:

Qué jodío. Menos mal que no yo soy blogger. Si no, recogería el guante... Creo que hasta tendría el título del post: "La labor de los ENOLOGOS en el mundo del vino. ¿Necesarios o un mal del mundillo vitícola?" jajajajaja

Ahora en serio, interesante la temática que planteas. Sin embargo discrepo ligeramente en un extremo, y es que sin llegar a decir que solo me valgan los vinos que van con mis gustos, yo entiendo el blog como una plataforma donde hablar de lo que me gusta.

Dicho de otra forma, no soy capaz de hablar bien de lo que no me gusta, y no me considero en poder de la autoridad ni el conocimiento necesario y suficiente para poner a parir un vino, o a quien lo hace. Por consiguiente, las alternativas (y las ganas) que me quedan son pocas: en resumen una, compartir aquello que disfruto, para quien lo quiera leer. Sin voluntad de prescribir ni arbitrar, sino de la misma forma que recomendaría a un amigo ir a ver Iron Man 3.

Así lo entiendo yo, al menos. Aunque claro, tampoco me gano la vida con ello...


Un abrazo!

Hola Mariano:
No lo dudes, los enólogos somos un mal necesario, a veces ni eso. Pero alguien tiene que hacer los vinos de hoy día, igual de buenos, clónicos e impersonales.
Hace años conocí a un tal Mariano, que se presentó como bloguero en la cata del concurso de vinos del Noroeste. Supongo otra persona distinta ya que tú eres abogado. Ese bloguero hablaba de lo que le gustaba sin tener un interés comercial en ello, solo publicitaba los vinos que le gustaban independiente si eran de amigos. Hablaba de los vinos sin tratar de influir y solo por que le gustaban, sin cortarse y desde su visión de aficionado al vino. Creo que no hablaba bien de lo que no le gustaba y si de lo que le gustaba.
Eso es lo que más gente, no solo yo, echábamos y echamos en falta. Imparcialidad y un poco más de profundidad y análisis critico del vino o bodega de la que se habla. Un poco más de pimienta y generar contenidos interesantes. Originales, distintos y de calidad.
Un abrazo fiera.

Ahora que me fijo, pones(Menos mal que no yo soy blogger. Si no, recogería el guante).
Menos mal que no espacio yo soy blogger. Entonces si lo eres y lo reconoces. El subconsciente te traiciona,jajajaja.

Me lo tengo bien merecido... Bromas aparte sólo quiero hacer ahora una precisión y una confirmación. La primera: el sábado van a ser tres meses. Queda alguna cosa que se escapó pero la barba que tú viste va para mes y pico más larga! El sábado cae. La segunda: no se te escapa una. Cada vez que bebo un vino de alguien que sé que hace cualquier cosa por salvar la cosecha y sale un vinazo, pienso 'jodido Sebio con su master class, cuánta razón lleva!'. El sábado termino en el Penedès y espero poder leer con más calma tu texto, con algún buen Ribeiro de algún amigo común. Es lo que toca. Por cierto: abre la nevera de un bodeguero, mira qué vinos guarda y cómo te habla de ellos y sabrás de qué pie calza. Sacaste nota, vamos! Abrazo y seguimos! Joan

Me pasa como a tí, que antes antes que fraile fui follonero. O:-)

Tema enmarañado. Y quizá lo más sencillo fuese ignorarlo, darle la importancia que realmente tiene (que yo pienso que es menor que la que le damos) y seguir cada cual su camino. Bodegas o distribuidores que buscan publicidad gratis, dirán algunos; pelanas que se creen críticos y buscan fama -o beber gratis, por lo menos-, dirán otros. No sé, espero que en medio de esos barrizales quede espacio para personas honestas que compartan afición, pasión e impresiones.
Por todo esto yo escribo poco y con poco detalle sobre vinos, por ello prefiero señalar los que me gustan desde el punto de vista de la emoción que me provocan y en su contexto, que tiene mucho que ver con el resultado. Y normalmente hay una persona entregada detrás, en su elaboración, trabajando mucho para conseguir ese vino. Aunque en conjunto creo que hay más de mal del mundillo... :-(

Interesante tema. Y muy interesantes las reflexiones. "El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona". Sois gente sabia, que duda.

Cuanto fenómeno hoy por aquí, solo os pido que seáis un poco más ácidos en vuestras respuestas y que os mojéis un poco. A mi afortunadamente los bloguers me tratan genial, mejor de lo que merecemos. No tengo ninguna queja más bien al contrario, si mucho que agradecer.
Vosotros sois los que hacéis posible este mundillo. Sois parte de este mundo muy importante hoy en día, más que las guías, revistas o premios. Por eso como parte interesada, ¿que pensáis? No seáis políticamente correctos. Gracias.

Recojo el guante. Más sombras que luces. Por más que esto sea cosa de aficionados, no profesional, la gente tiene que ser responsable de lo que dice en público, no vale lo de "escribo para cuatro amigos", o "el que no quiera que no lo lea". Se puede hacer mucho daño gratis, o mucho ruido innecesario. Así que hay que pensar qué dices, si sabes o no de lo que estás hablando. Y aún más importante: las cartas sobre la mesa. Que se sepa cuándo algo te lo han regalado, te han invitado, te han encargado que hables de ello. Sí no, el ruido no dejará escuchar la voz de cada uno. Tenemos mucho que reflexionar y bastante que corregir los blogueros. Y más cuanto más se nos siga.

Personas en situaciones de autoridad en un colectivo: el profesor, el cura, el jefecillo de la panda, el entrenador de fútbol, el organizador del club de lectura, los mayores en un clan familiar.. tienen la capacidad de hacer mucho bien y mucho daño a las personas que influencian, dependiendo de su comportamiento. La autoridad no la tienen siempre los más sabios, los más nobles y los más virtuosos.

La democratización y encumbre de la opinión que dan las redes sociales y el contenido generado por usuarios (bloggers y otros) genera similares dinámicas de influencia y poder en cualquier mundillo. Según en qué casos con diferentes grados de autoridad.

Confundimos demasiado autoridad con seguimiento. Unos siguen a otros porque otros los siguen. Efecto dominó y de red. La masa encumbra y de repente ... da "autoridad" ? Una vez alguien me dijo "oiga, que yo llevo escribiendo desde el XXX y tengo YYY seguidores". La versión moderna del "No sabe usted con quién está hablando".

La pregunta es si con ésa (a veces falsa, a veces bien merecida) autoridad tiene que venir algún grado responsabilidad. Yo creo que sí. Algunos creerán que no.

Por mucho que el entrenador opine que fulanito es un mal jugador no es de recibo soltarlo en frente de todo el vestuario, y ya no digamos en la radio. Claro que es su opinión, pero le puede arruinar la vida a alguien basado en su opinión, que es falible.

Sobre todo si la autoridad le tocó en una tómbola y juega con la vida y con los dineros de los demás. Todavía pienso en la escalofriante entrevista con Jonathan Maltus y su historia de los 100 Puntos Parker y cómo tenía diferentes precios para sus Negociants (que crecían de forma brutal por cada punto que subía).

Dicho sea todo ésto, todos influenciamos y nos dejamos influenciar por los demás. Me encanta seguir blogs de gente que considero amigos, donde a veces estoy de acuerdo con sus gustos y a veces no. Donde les veo el plumero y me gusta o no, donde me dejo influenciar o no. Donde les agradezco compartir. Donde los conozco a través de sus palabras y su composición. Donde tengo un día muerto en una ciudad y me apetece seguir su recomendación y donde me la sopla un poco si comieron gratis, la casa les pagó el postre o pagaron a cuenta de la futura herencia de sus hijos. Comodísimo para mí que no me gano la vida con ésto.

La gracia que me hace encontrarme un blog o una nota de análisis hablando de mi trabajo sin el menor contexto, simplificándolo, criticándolo o encumbrándolo, comparándolo, recomendándolo... qué te voy a decir. Poca gracia. Pero no queda más remedio y quiero pensar que al final aprendes de todos.

Un artículo muy bueno, da que pensar.

un abrazo.
Carlos Leira

Antes de nada, he decir que estoy muy de acuerdo con mi vecino de arriba; lo cual suele suceder habitualmente.

El caso es que tu texto no me disuade de visitar bodegas, bodeguer@s, enólog@s, viñedos... Por que existe un perfil bloguero que no he acabado de ver retratado. Se suele decir que un blog es una herramienta y, dicha herramienta puede ser una llave. Si, una llave, que abre puertas a estancias más inaccesibles para el publico general. Hay otra manera de entrar; la clásica, la de comprar 20 palets, pero va a ser que no... El individuo que quiere aprender y disfrutar de eso que algun@s llaman enoturismo y otr@s llamamos pasarlo bien. ¡Que mal entendido está el hedonismo! Aunque sea a base de exprimir el tiempo del Sebio de turno ;-)

Ahí te dejo con un señor que era políticamente incorrecto, cuando ser políticamente incorrecto, no estaba de moda:

http://www.youtube.com/watch?v=lwb1s1DYnDU

¡MÚSICA CARALLO!

(1)
Buenas, ya he podido leer con calma tu texto, Sebio. Para empezar (soy miope, tengo presbicia y, además, una alopecia galopante!), creo que tendrías que cambiar el fondo y la tinta de tu letra. Como bloguero (porque eso eres ahora mismo) debieras echarle un hervor a la presentación del texto porque cuesta, físicamente, leer.
Dejando de lado ese detalle, en el que la gente no suele fijarse pero que es fundamental (leas lo que leas y donde lo hagas, la presentación de un texto condiciona todo), podría decir, sin más, que esta manera más o menos minuciosa de entender la comprensión de las cosas (cuando me meto en lago, no hay detalle que no me interese porque todo es relevante, en el porcentaje que sea), afecta también mi comprensión de los vinos. Un día decidí que hacía públicas mis opiniones (porque sólo eso son, opiniones) pero fue más porque me gusta escribir que porque pensara que podía aportar nada al mundo del vino. Mi única aportación, que no es poca, consistía en comprar botellas y en pasarlo bien descubriendo y aprendiendo de los vinos buenos de todo el mundo.
Pero desde 2004 (mi primera vendimia seria, no en plan enoturismo...) y, más adelante, desde 2006 (el blog empieza en junio de ese año), la pasión se dispara. Y el autodidactismo que llevo en las venas se pone en marcha. Hablamos de vino, hablamos de opinar son fundamento y de decir lo que pienso. No hay opciones: el vino lo hacen las personas y el vino se hace en los viñedos y en las bodegas. Si no te abres a eso y te quedas en los manteles o en el turismo de autocar o de billetes de avión o de tren pagados, te pierdes una parte importante de la comprensión.
A mí no me basta, lo siento, con pasarlo bien. Para pasarlo mejor necesito entender algo más. Me pasa con todo.
En mi profesión rechacé hace muchos años los apriorismos, los prejuicios y pongo todo en tela de juicio, venga de donde venga. No me basta con que lo diga este o aquél.
En el vino, hago exactamente lo mismo. Y me faltaba ese viaje para mirar con los ojos de los que hacéis el vino el paisaje en que lo hacéis,los sitios, los aromas, los sabores, los rumores o los ruidos del viñedo. Me he equivocado en no pocos sitios, he aprendido mucho sobre las prácticas que más me interesan y sobre las que menos me interesan. Ahora sé dónde están los vinos que más me gustan (de lo que he visitado, claro: soy muy consciente de que me queda no poca tela que cortar...esa es mi suerte!) y sé más o menos por qué.
Tu caso fue especial. Sabía de qué madera estabas hecho (con una cena, con los amigos de Vino Artesano en Barcelona, entendí) y aunque estuve contigo de la misma manera que con el resto de gente con que he estado en este viaje (y siempre que estoy en una viña y en una bodega con quien hace el vino), me abrí de una manera especial y sí, quizás absorbí de otra manera. Merecía la pena. Sigo pensando que (de lo que viví y bebí contigo) hay vinos que salen casi a pesar de lo que la gente hace en sus tierras y, a ratos, de lo que hace en sus bodegas. Lo dices tú: la tierra habla, joder si habla, pero si la trataran como tú tratas a la tuya o Bernardo a la suya, no tengo muchas dudas: los vinos saldrían de otra forma y, para mi gusto por supuesto, mejores. Pero eso también aprendí: no desprecies a nadie porque haga cosas que no te gustan. Calla, escucha, bebe y, después, opina. Sobre todo, conoce y respeta.

(2)
De tu texto me sorprende que no digas nada (ni tan siquiera a nivel de número de visitas recibidas) de los periodistas profesionales del vino, de España o de donde sea. Tienes que mojarte y decir cómo llegan a ti, cómo preguntan qué les interesa y, por supuesto, qué acaban reflejando después en sus textos sobre lo que les has contado. Porque, querido amigo, aquí el quid de la cuestión es cómo se procesa la información y cómo se devuelve en forma de texto. Y aquí, como con los vinos, hay que hacer también una selección. También con los profesionales. Porque a día de hoy, no conozco en España ningún bloguero que se haya profesionalizado en el mundo del vino gracias a su actividad amateur en el blog. Algunos la han utilizado como trampolín (y por supuesto que no es una crítica) para pasar, por ejemplo, a la comercialización, pero la frontera entre la profesionalización y el amateurismo es clara aquí. Como también lo es (aunque muchas veces no la conozcamos en público y tampoco interseccione en la misma superficie que la anterior) entre intereses creados o pura y libre opinión. Veraz e independiente como la llamas tú. Poca hay de esa.
Yo también podría hacer una vivisección de bodegueros pero creo que la dejaré para una entrada en mi blog, que a lo que veo, ser´acasi más corta que mi comentario en el tuyo! En casi todo mi viaje he topado sólo con gente interesada y, a ratos, muy interesada en contarme sus cosas, a ratos incluso olvidándose de hablar del vino. Lo más importante del mundo del vino es conocer a quien lo hace en primera persona. Si llegas a conocer a la persona, sabes cómo serán sus vinos. Y hay gente que no es capaz de tener una relación de intimidad con su tierra, con sus cepas, ni tan siquiera con una idea clara de cómo quiere que sea su vino. Esta gente es la que te hace una "visita comercial", la que te quiere vender una moto y un producto. Cuando estás con alguien presuntamente del vino y te habla de "producto", yo cierro y me evado. En mi viaje sabía más o menos siempre dónde iba, aunque me abriera a todas las propuestas nuevas que iban saliendo (en tu caso, una y que no deja de hacerme pensar: The Lord of Ants!) y pocas veces me he equivocado. Las personas implicadas y que te miran a los ojos y te hablan de todo, las personas que te abren las puertas de sus tierras, de sus bodegas y de sus casas, hacen los vinos que más me interesan. Las que me proponen una visita comercial (jamás he pedido qué tipo de visita prefería ni si me apetecía probar este o aquel vino: eye of tiger..., por sus hechos y palabras les conoceréis), suelen hacer vinos que me gustan menos.
Acabo ya: no soy bloguero. Cierto, aunque dicho así casi parece una boutade. De lo que estoy harto es de que se me identifique como bloguero. Ser bloguero no es nada porque eso no habla de contenidos ni de tipos de información ni de nada. El blog es solo un medio y, en ese sentido, yo no soy un bloguero. Soy un amante de los vinos que utiliza el blog para expresarse. Si fuera una web, ¿sería un webista? La gente acepta periodista con aquella naturalidad, pero con esa palabra me sucede lo mismo. Un periódico, una web, una revista, un blog: sólo medios, instrumentos que nada dicen más allá de que te expresas gracias a ellos. Pejigadas de filólogo que se empeña en dar a las palabras un valor. Por eso soy enófilo y no enólogo. No se trata sólo de que tenga o no un título oficial (que a estas alturas tres leches me traen los titulos oficiales: mucha gente de este país que sabe un montón de vinos no tienen título oficial alguno relacionado con el mundo del vino), se trata, sin más de que me gustan los vinos.
Gracias, un millón, por ayudarme a entender mejor las cosas, por hacer algunos de los vinos que haces y por tener una nevera de vinos llena de maravillosas botellas que nada tienen que ver con tu tierra. Sólo así se reconoce a los que de verdad están en esto por pasión del conocimiento, no del reconocimiento.
Abrazo!
Joan
PS. Me he despachado tranquilo. Lo siento...

Yo sigo pensando que este es un mundillo muy reducido y al final siempre estamos por aquí los mismos, por lo tanto poco influyentes podremos ser digamos lo que digamos.

Pues yo creo, Toni, que una cosa es la expresión pública y la opinión sobre lo que publica, y ahí estoy muy de acuerdo contigo (más o menos somos los mismos...); y otra, la lectura privada y la gestión, también privada, de los datos y opiniones que publicamos. No hablo sólo de número de lectores. Hablo de cosas que suceden gracias (entre otras cosas, supongo) a lo que nosotros publicamos. Se va enterando uno de cosas de esa parte privada del asunto y no deja uno de flipar / alucinar / chalar, etc. Siempre a beneficio, claro está, de quienes quieren vender su vino, de quienes intermedian y de quienes, al final, acabamos comprando y bebiendo. En fin: que también hay cosas, y no pocas, que se mueven en el mundo del vino gracias a nuestra participación pública. Y eso no es una opinión. Son hechos que conozco de primera mano.

Muy buena la intervención de Joan, como nos tiene acostumbrados. Me gustan dos aspectos en especial: el de la responsabilidad individual, observar, escuchar y respetar; y el de la "etiqueta" en sí. En efecto, no somos "blogueros", porque ¿qué es eso? Hace tiempo escribí sobre ello sin total acuerdo con mis compañeros de blog de aquella, precisamente. Razón de más para "quitarnos importancia" y para tener conciencia de la relevancia pública de lo que podamos decir.

Mucha "tela" hay aquí para hablar y desgranar. Voy a personalizar mi opinión porque sino, seguramente me disperso- seguro que lo haré de todas formas- de forma directa como me caracteriza.

Mi blog es mi casa y en mi casa hago y digo lo que me parece. Dejo y quiero que la gente entre hasta el salón y me hable de la decoración, incluso de lo que no le gusta. También contesto a preguntas de por qué tengo ese cuadro o el otro pero lo que tengo claro es que no tengo que justificarme. Mi casa es así y no tengo porque dar explicaciones -sin que nadie me pregunte- de si ese cuadro fue regalado o no o si lo compré en no se que lugar o por qué está decorado de esa forma, se ve lo que hay. El que quiera saber que pregunte. Además, no hablo solo de lo que me gusta, también lo hago de lo que me gusta menos. Creo que esa es la forma de que se vea cúal es tu gusto e incluso que se te pueda ver de que pie cojeas, asi el lector tendrá argumentos para hacerse una composición y decidir. Para mi antes todo, es una cuestión de honestidad y coherencia.

A mi me da igual que me den una muestra o que me lo pague yo – el 85 % del vino catado lo he pagado, sin que esto signifique ni justifique nada y nunca pedí una muestra a nadie- si me gusta se ve y sino me gusta también, independientemente de donde venga ese vino. Jamás he aceptado una condición por recibir una muestra. En lo que reconozco que soy menos , es que soy más pasional con el halago que con la crítica. Esta me gusta hacerla de una forma más diplomática pero no veo que tenga que justificar nada. Si alguien duda – que pregunte- o no le gusta, que no entre en mi casa, no hay más.

Esto no es una carrera a ver que bloguero sabe más, ni siquiera de que haya que pasar un examen de aptitudes, yo creo que se ve el nivel de cada uno aunque también con “letras” se puede aparentar más de lo que hay.

Como consumidor tengo todo el derecho a dar mi opinión. Soy eso, un enófilo , un consumidor que da su opinión a través de un blog. Hay que acostumbrarse a que ahora, gracias a internet, todos tenemos un altavoz y nuestra opinión puede llegar a más gente. Y que sea esta misma la que decida si se fía de quien hay al otro lado, si hace caso o no o si sigue leyendo o no, no hay más vueltas. El único compromiso y responsabilidad que tengo es conmigo mismo, con intentar ser objetivo, honesto, sincero, coherente y eso será lo que proyecte a la gente que me lea.

El bloguero emite su opinión como consumidor por derecho y si hay alguno con dobleces, con intereses creados, cortesano, pelota o que ganae dinero, allá él. Podrá esconderse mucho pero las cosas se ven claras con el tiempo.

Hace 5 años que llegué al vino - no es nada- y abrí un blog casi por casualidad. La única pretensión que tenía era hacer un archivo de lo que probaba, relacionarme, intercambiar opiniones y aprender. Tampoco voy a negar que es una satisfacción que haya gente que te lea y que coincida con lo que tu comentas pero eso vino después.

Opté por la vía por probar muchos vinos, después de una formación, para poder conocer lo que había de una forma rápida, ponerme al día, mientras otros probaban de una forma más pausada, y más "cara", queriendo saber más de lo que había detrás. Ahora, después de miles de vinos y la boca aburrida, mi cuerpo me pide más esa prueba pausada y con toda la información, de quién, como y por qué, cosa por que siempre interesé pero no a fondo. Es una cuestión de evolución y cada uno lleva la suya.

Garnata Vino y Maridaje
17:13 (hace 5 horas)

para mí
Buenos días:

Me pongo en contacto por mail para hacerle partícipe de mi opinión con respecto al tema de los blogueros, ya que he intentado colgarlo varias veces y no puedo finalizar la operación. Me aparece un icono de error y no me da opción a continuar cuando le pulso a publicar.

No se si puede colgarlo directamente usted o si es imposible hacerlo así, pero no encuentro forma de hacerlo de otra forma.

"Buenas tardes:

Muy buen post, reseña, artículo o como se quiera denominar.

Comparto muchas opiniones aquí vertidas de la mano de Joan Gómez Pallarés y Jorge (Sibaritastur), pero como carezco de su facilidad de palabra intentaré dar mi humilde opinión sobre el tema tratado, espero no se moleste nadie y se entienda bien, que mi querencia a divagar también es conocida entre los míos.

En primer lugar comparto la opinión de Joan en cuanto a lo que es ser (o no) un bloguero. Tengo un blog porque me permitió poner en práctica lo que pretendía, nada más.

Ni soy nadie, ni me conoce nadie y además no lo pretendo. He hecho infinidad de trabajos en esta vida solamente con la única motivación de ganarme la vida (culpa de mis errores sin duda) y hace unos 7 u 8 años encontré algo (que en realidad venía de muy atrás, de mi adolescencia y de las comidas y cenas con mi abuelo y alguno de mis tíos donde el vino siempre estaba presente) que me gustaba, me apasionaba y sacaba esa parte hedonista de mi persona.

Y no hay ningún interés más, solamente pretendí aprender cada día más de éste mundo y la única forma que conozco de hacerlo es documentarse poco a poco y probar, probar todo lo que me sea posible mediante mi economía. Porque me gustaba, nada más. No pretendo revolucionar el mundo del vino, ni de los blogs ni saber más que nadie. Mucho menos me importa, por no decir nada, la cantidad de gente que me sigue, no tengo ni contador de visitas, ni estadísticas ni nada que se le parezca. Como decían un poco más arriba soy un enófilo y autodidacta y publico mis opiniones porque me facilita reflexionar sobre lo que lo que bebo o percibo. Y en base a eso doy mis opiniones.

Como dice Joan, el nivel de cada uno ya se verá con lo que escribe. Aunque también pienso (como afirma Jorge) que mediante las letras, como con las palabras, también se aparenta más de lo que se es muchas veces.

Continuación del mensaje que me ha enviado Garnarta y no pudo publicarlo por ser demasiado largo.
Empecé con un blog con unos amigos y a los 3 años abrí otro yo sólo, con la única intención de mostrar mis opiniones de la forma más fácil y entendible para la mayoría relacionando el vino con la comida, algo inseparable en mi entorno desde mi infancia. Y es lo que hago. Si se considera que no tengo idea, que no valgo o que pretendo aprovecharme de, por el mero hecho de tener abierto un blog o escribir mis opiniones de la forma más comprensible posible (que no significa ineludiblemente que no tenga más conocimientos) sin siquiera hablar conmigo, pues perfecto, no pasa nada. Eso pasa en la vida y porque no va a pasar aquí. Cada uno elije lo que le interesa y punto. Como digo, no pretendo llegar a ninguna parte ni atraer adeptos.

Más del 90% de lo que pruebo lo he comprado yo. Como dice Jorge, nunca he pedido una botella a nadie, nunca. Si hay gente que te ofrece alguna muestra para que de mi opinión y por supuesto que lo acepto, porque me ayuda a seguir probando. Y por supuesto que cuando alguna de esas alineaciones de planetas se produce y me llega alguna muestra, lo especifico en el post, alguna vez incluso por duplicado (mi facilidad para irme por los cerros de Úbeda, como antes dije). Nunca he cogido dinero ni lo haré, porque no es mi fin. Es lo único en la vida, como he dicho que hago porque me gusta y sin mediar dinero de por medio, y eso no va a cambiar ahora. Eso si, yo sólo escribo de lo que me gusta, y cuando me mandan un vino para probar, intento sacar lo mejor de lo que muestra, intentando no mentir pero sin poner a nadie a los pies de los caballos. Mi única norma en el blog es esa, escribo de los que me gustan. Cosas que no me gustan tengo ya bastantes en mi día a día. Y además como tampoco soy nadie no me permito el derecho de tirar a nadie por tierra. Muchas de las cosas que compro y pruebo no salen en el blog, porque no me han gustado. Y no pasa nada.

Por supuesto que considero que parte del aprendizaje tiene que pasar inequívocamente por visitar bodegas y sobre todo hablar con los productores o viticultores, y eso hago siempre que puedo. Mis vacaciones, el año que los puedo tener, desde hace 5 años han ido dirigidas a conocer zonas vinícolas concretas y cada vez que puedo visito bodegas. Pero no puedo visitar todas las bodegas correspondientes a los vinos que pruebo. Ojala llegue el día y pueda hacerlo, nada me gustaría más.

Decían en algún otro comentario que los blogs muestran las opiniones descontextualizando el producto de donde procede, sin saber que hay detrás. Lo respeto, pero esas opiniones en la gran mayoría de los casos por lo menos aportan mucha más información y documentación que la que le importa a la gran mayoría de consumidores diarios que yo conozco, que ninguno se pregunta como se trabaja en tal bodega o como están esas viñas cuando compran un vino. O la misma ausencia de contexto que se produce en las catas para los puntos Parker, por ejemplo. ¿O resulta que se visitan cada una de las viñas de las bodegas para contextualizar el producto?...¿acaso importa en esos casos ese contexto?...

Cosas que depurar hay en todos sitios y en todas las profesiones, pero no creo que se saque nada en claro buscando culpables a los males del sector en gente que en la mayoría de los casos que yo conozco, lo único que hacen es mostrar su opinión de lo que le parece un producto que ha comprado. Hecho con respeto y mesura no creo que suponga el mayor problema. No creo que se trate ni de un mal ni de un plus para el sector.

Gracias por permitirme dar mi opinión y un saludo a todos. Espero no haber ofendido a nadie.

Jose I. López"

Un saludo y muchas gracias

mensaje enviado al mail por Smiorgan


Llego tarde, como casi siempre, y no se si estoy invitado :)
Como dicen los más sabios que yo más arriba, largo y arduo tema para discutir.
Y estoy un poco con Sibaritastur. Yo compro, bebo, me formo una opinión, y si me apatece la comparto. Dudo mucho que haga mal o bien a nadie.
Que un escrito mío puede hacer que Mariano decida probar un vino o que Sibarita tenga más tiempo guardada una botella? Es posible. Que una opinión mía haga bien o mal a una bodega? Lo dudo mucho.
¿Qué alguien lee lo que digo y así conoce un proyecto que le interesa? Es más probable.
En cualquier caso, bastante más peligrosos son, como dicen por ahí, los que a precio convenido son capaces de encumbrar o hundir en la miseria el trabajo y esfuerzo de los demás.
En fin. Yo empecé chorizando una base de datos para guardar información sobre lo que probaba. Luego creé mi propia base de datos. Y luego decidí compartir con quien tuviese interés esas opiniones. ¿Soy un blogger? No lo se. (Aunque ultimamente me trae más situaciones incómodas que otra cosa.) Soy uno de esos bloggers malos? Tampoco lo se.
Lo que me apetece compartir lo comparto. Y el que quiera leerlo que lea.
Saludos.

Por favor que las comentarios no pasen de los 4096 caracteres, en el caso que los superen ponerlo en dos trozos.
Al parecer los comentarios no van, ¿no se que es lo que pasa? Solo he colgado los que me ponían que los publicara. La decena de comentarios al mail que me habéis mandado son en general menos comedidos y entráis más en faena. Por favor, si los compartimos con todos es mucho más interesantes. Cuando tenéis que poner el nombre os entra a todos el temor y parecéis monjitas de la caridad. Sed igual de valientes y compartirlo con todos, será más enriquecedor. Yo no borro comentarios. Los comentarios que me mandasteis al mail, que los disfruten todos y opinen. Un saludo.

Después de leer los comentarios, pienso que me llevaría mucho tiempo responder uno a uno. Contesto de forma más o menos generalizada, sobre lo que estoy y no estoy de acuerdo.
Estoy de acuerdo por supuesto en ser respetuoso siempre, pero por mostrar tu opinión en contra de que algo no te gusta, no va a pasar nada. No temáis que alguna bodega os pueda cerrar las puertas por hacer un comentario no positivo. Si hacen eso es que no confían en ellos y sus productos.Se aprende mucho más del que es sincero y dice las cosas de buena forma y sin animo de ofender. Que de la persona que calla y que dice que le gusta todo. Esos comentarios son un gran estudio de mercado, ayudan a mejorar.Al menos en mi caso.
Si creo que este medio es muy importante. Solo hay que ver la venta de revistas de vinos caen unas tras otras. Joan os las habéis cargado. La gente no quiere mega reportajes, que son los mismos independientemente del que los paga.La gente prefiere opiniones cercanas a ellos, no tanto las de los grandes gurus del sector. Esas revistas sacan a los bodegueros famosos y la gente se cansa de verlos una y otra vez a los mismos. Por eso se buscan nuevas formas de acceder a la información. Sin que nadie les maquille y degluta la información.
En este país el peso de los blogguers no es tan importante como en otros países, donde son casi estrellas. Hay otros sectores en España donde los bloguer@s tienen un gran peso, cambian tendencias y mueven masas.
En el mundillo del vino si se lleva un poco la endogamia. Nos respondemos unos a otros, nos conocemos todos y sabemos los gustos de cada uno. El buen rollo es palpable por que no hay competencia, ni hay súper estrellas. Cada uno tiene sus gustos, tendencias y su forma de expresarse.
Me alegra cada vez que veo un nuevo blog, es fresco, distinto y aporta algo nuevo.
Las revistas resisten solo las que aportan algo diferenciador y algún apunte técnico que ayuda al lector a acceder a una información fácil y didáctica. (Tipos de roble, Barrica nueva o usada, etc.)Los publireportajes es tan abocados al fracaso, las bodegas no tienen dinero para pagarlos. El que hay lo destinan a exportar.
Joan, me comentabas como llegan a mi los periodistas. Los extranjeros generalmente vienen a nosotros por mediación de importadores, el ICEX o escucharon hablar de nosotros. Les interesa ahora mucho la zona y quieren conocer a los que hacen el vino. Vienen con ganas de aprender y ninguna referencia de la zona. Quieren probarlo todo y que les cuentes todo.
Los nacionales, generalmente los conozco a todos. Tengo participado en catas, concursos, viajes, etc, con la mayoría de ellos. Pasaron casi todos por la bodega en alguna ocasión, invitados por el consello regulador, Xunta o acciones promocionales de algún tipo.Tengo buena relación con todos ellos, saben quien soy y generalmente se acercan ellos a saludarme.Cada cual tiene sus gustos, preferencias y unos nos ponen más arriba o más abajo en sus guías, revistas, rankins. En general no tengo ninguna queja, siempre nos ponen entre los mejores, cosa que agradecemos. Pero cada uno procesa lo que ve de forma distinta y te sorprendería ver como lo expresan de distinta forma. Para el que la mineralidad es algo muy positivo y a buscar, otros lo penalizan y te puntúan mucho mejor los vinos más básicos. La frescura y profundidad a veces se ve penalizada y valoran mejor vinos más planos y dulzones.
Cada uno tiene sus gustos. Veo que ha sido un tema interesante, habrá más. Un saludo a todos

Pues yo usé el formulario de comentarios. Y me apareció el mío como publicado. No se lo que ha pasado luego.
En cualquier caso interesante tema y enriqyecedor debate.
Saludos.

Gracias por publicar el comentario y perdón por extenderme tanto, pero la pasión me pudo. Muy interesante el debate creado.

Un saludo y muchas gracias.

Jose I. López

Ola Sebio,
tentei publicar un comentario no teu blog pero fun incapaz.
Mándocho por aquí por se podes poñelo ti.
Grazas
Aperta


Yo estoy cansado, o deseando entrar en la penúltima dimensión del vino, esa que está un poco más allá.
Mientras y después de todos estos años, y antes del blog en un par de periódicos,solo me enviaron unha botella a mi domicilio, debe ser que mi idioma es de 2º o no vende, pero lo único que me perturba es lo que cita Joan:
"Hablo de cosas que suceden gracias (entre otras cosas, supongo) a lo que nosotros publicamos. Se va enterando uno de cosas de esa parte privada del asunto y no deja uno de flipar / alucinar / chalar, etc. Siempre a beneficio, claro está, de quienes quieren vender su vino, de quienes intermedian y de quienes, al final, acabamos comprando y bebiendo. En fin: que también hay cosas, y no pocas, que se mueven en el mundo del vino gracias a nuestra participación pública. Y eso no es una opinión. Son hechos que conozco de primera mano"


Es cierto: publicamos y desequido hay profesionales de esto que se aprovechan (debido a su falta de imaginación, creatividad, olfato) y ellos si que facturan.
Reflejamos lo que se cuece, a veces antes de que se cueza, intuimos los senderos,imaginamos un futuro mejor, destapamos la belleza escondiida y ... pero esta labor que tiene un costo económico, temporal y a veces familiar... solo nos alimenta el espíritu...

Apertas a tots

Antonio Portela

Hola Antonio. Yo soy blogguera, y no tengo ninguna pretensión cuando cuelgo un post más que expresar mi opinion sobre lo que sea. La gente que me sigue supongo que será porque le llega lo que le cuento, y en cierto modo le influye. Los bloggueros somos un gran poder en el mundo del consumo, de vino o de lo que sea. Procuro estar al día y formarme en temas de vino y de muchas otras cosas, pero al final lo que cuenta es la opinión. Mi misión es opinar, y seguramente la tuya vender. Me gusta tener blogs como este tuyo, de expertos en temas, pero no tienes porque menospreciar a nadie. Yo te seguiré leyendo porque me interesa lo que cuentas.

Hola Sopa:
Gracias por dejar tu comentario, Antonio no quiere menospreciar a nadie. Simplemente aporta su opinión y su punto de vista en este tema, que tratábamos que fuese picante como los pimientos de tu blog.
Gracias
P.D. Al final de verano pican todos, "uns si, e outros tamén"
Saludos

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