Paco Rego

Hace algunas semanas que tenía escrito este post. Pero aprovechando la mención de la D.O. Ribeiro o persoeiro de honra 2013 a Francisco Rego la cuelgo. Es un hombre tan poco vanidoso, humilde, sencillo que cuando le comentaron de que estaba nominado pensó en no acudir a la gala de entrega. Solo cuando le aclararon que era un premio en el que eran las bodegas los que elegían los premiados accedió a asistir.
( Pon un poco de música en el video de más abajo, la canción original es de David  Coverdale en su época de Deep purple cantada ahora por Opeth, creo que va muy bien para el post)

Francisco Rego más conocido durante estos 40 años que lleva en o Ribeiro por Paco. Es el hombre en la sombra, el trabajador humilde, la persona que lleva toda una vida al servicio de todos los gallegos. Luchando por una viticultura y unas variedades para que no se pierdan. Cuando alguien dice tal bodega o tal viticultor recupero tal variedad, es falso. Hay una persona que nos lleva diciendo 30 años que nuestras variedades son únicas, irrepetibles, las más adaptadas a nuestra zona y de calidad mundial. Ahora que parece que empiezan a asomar la cabeza y las bodegas las plantan tímidamente es cuando hay que mirar atrás y darle las gracias.
Predicó entre viticultores y bodegas que no solo plantaran las más productivas, Albariño, Godello y Mencía hoy casi mayoritarias. La Mencía hoy representa el 95% del tinto plantado en Galicia y hace tan solo 50 años no llegaba al 40% y hace 100, ni el 5% . Algunos le hicieron caso, se les tildó de tontos, ignorantes, románticos y nacionalistas  vitícolas. Afortunadamente los viejos viticultores, no las arrancaron, la EVEGA creó su banco de germoplasma y hoy se conservan.

 En su miles de kilómetros por las viñas de ladera y encostas de la Gallaecia, no se limitó solo a Galicia. En la búsqueda de viejas cepas a ser posible de más de 100 o 200 años para asegurarse que no vinieran después de la filoxera. Preguntando a los más viejos del lugar, por viñas y variedades que recordaran de siempre en el lugar. Si alguien sabia de una cepa muy vieja allí estaba el. Así recuperaron alrededor de unos 65 nombres, de los que cerca de 50 son consideradas solo gallegas ó galaico-portuguesas, de un lado o del otro del río es lo mismo. Paco sigue en la busca de la vitis silvestris gallega para poder sacar el ADN y poder colocarlas en el mapa genético, no perder las y que no nos roben las variedades.

Gracias a Paco y a Emilia se están identificando y se puede demostrar el origen de una variedad. Gracias al ADN se demostró que el albariño no vino de Alemania, que es hermana del Sousón y padre/madre de la caiño blanco junto a caiño bravo. No solo recuperación varietal, selección clonal, patrones, densidades y sistemas de poda, conducción,  además de formación y asesoramiento a viticultores y bodegueros en estos años.

 Paco fue mi mentor vitícola, jefe en mi etapa en la EVEGA, amigo y muchas veces padre. Me ha tratado como un hijo y ha tratado de inculcarme todo lo que sabía  Junto a el recorrí gran parte de las viñas de toda Galicia en busca de esas variedades ancestrales olvidadas.  Me enseño muchas cosas, a buscar las viñas , a apreciar las encostas, a mirar al suelo y los arboles para saber si una zona era buena para viñedo. Una vez de camino a casa de un viticultor me dijo " Neno,mira as viñas" yo bajé la cabeza para la zona baja de la ladera y el me dió una colleja cariñosa, "disenche as viñas, nos as hortas". Pero las viñas están hay abajo, lo de arriba es monte le respondí. "Las viñas llevan mil años aquí arriba en las encostas, allí abajo solo hay huertas, que ahora veas monte solo es temporal, las viñas volverán a estar donde deben estar. Las huertas siempre serán huertas aunque tengan viña plantada" ¿Ves los muros entre los arboles? ."Agora xa sabes onde están as viñas" . Nunca he vuelta a bajar la cabeza para buscar las viñas en los fondales. Con el aprendí a leer en los arboles y la vegetación si un sitio es frío, caluroso, húmedo, seco, hay riesgo de heladas, etc. Nunca plantes viña si ves un horreo cerca ó el lugar se llama bouza,etc.  Pregúntale a los viejos del lugar como se llama la zona y tendrás una idea clara del lugar.Esta y mil cosas más aprendí de el y el las aprendió de los viejos de Ribeiro.

 Cuando llegó con su titulo debajo del brazo recién graduado a extensión agraria en los 70, no paró de rellenar papeleo para reconvertir el campo de la época, cabras de lana, granjas de cerdos, pollos, frutales, invernaderos para flor, huerta y demás. Todo se puso de moda y todo se marchó. Con el tiempo los viticultores volvieron a la viña. El era un hombre de acción y no de oficina. A pesar de ser de un pueblo del norte de Coruña allí donde los Britones se asentaron, le interesó eso de la viña. Cuando se creó la Estación de Viticultura y Enología de Galicia allí pidió ser trasladado. Había conocido a una joven de familia de corcheros y de apellido Ribeiro. Ya nunca más se marchó y dedicó su vida a los viticultores gallegos, miles de cursos, charlas, excursiones, viajes al extranjero con los viticultores. Todo para formarlos y crear un sector vitícola de calidad, siempre gratis, siempre sin pedir nada. Si militara en algún partido mayoritario tendría mil reconocimientos y homenajes.
Cuando alguna vez algún iluminado quiso eliminar la colección de variedades," cosas que se deciden desde los despachos", amenazó con entrar con el todo terreno en la xunta  y llevarse por delante al que cometiera tal tropelía. Siempre ha sido un hombre tranquilo al que pocas veces he visto enfadado y cuando alguna vez se enfadó lo tomaron por un temblor de tierra en las cercanías. Cariñoso, tímido y poco amigo de salir en los medios y las fotos. Siempre se ha enfrentado a todo lo que consideraba injusto, con un aspecto y forma de ser entre Miguel de la cuadra, Felix rodriguez de la fuente y Labordeta. Ese aspecto de eterno viajero que vaga por los caminos.
En su zurrón multitud de navajas de injertar con las que enseño a cientos de injertadores, una tijera de podar con la que enseñó a cientos de viticultores y a mi mismo.
En su cabeza esta el recuerdo de los cientos de viejos viticultores que le han trasmitido lo que sabían y el ha tratado de trasmitírselo a los demás. Cientos de viejas cepas, casi arboles por su edad son el tesoro vivo que nos une con el pasado perdido, el puente de unión con la tradición milenaria que nos han dejado nuestros antepasados. Todas ellas figuran en su cabeza y miles de fotos que lleva consigo.

Uno siempre adquiere los gustos de su maestro, te van entrando sin querer. No solo viticultura  he aprendido con el, miles de horas juntos, kilómetros por caminos y corredoiras. Dentro de poco se jubilará y no se quien cuidará de nuestras variedades, expuestas a los cambios políticos y decisiones de tecnocratas, que solo entienden de rentabilidad y capitalismo.
Mientras Paco seguirá recorriendo los valles y montañas en busca del Caiño pazao que sigue sin encontrar.

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