jueves, 14 de febrero de 2013

20 Años

No, no me he muerto!
 Como dice Mariano (mileurismo, no el otro), Jon Lord ya huele. Retomo el tema hoy que he tenido la tarde tranquila y he podido sentarme a escribir. No se acabó el mundo en el 2012 y esto sigue. Esto te hace pensar muchas cosas y mirar atrás. Ver las cosas con perspectiva, valorar y sonreír. Se me han pasado volando!!! Bueno apocalipsis aparte, he estado muy ocupado estos meses. Desde el verano con planes y proyectos nuevos y reformas en casa -18 meses ya-.

 La vendimia de este año, climatológicamente británico y desastroso. Algo que la mayoría piensa y nadie dice. Solo los sinceros y más sensatos, lo comentan en voz alta.



 Esta es mi vendimia número 20. Que viejos vamos! Si, ya sé, soy un chaval. Pero el empezar muy joven tiene esas cosas. Qué tiempos aquellos por las Rías Baixas, la D.O. acaba de empezar casi no había bodegas, las que había eran pequeñitas. Muy lejos de los gigantes de ahora. Los vinos, dejaban bastante que desear la mayoría. La viticultura algo desconocido fuera de todo lo que no fuese una parra.
 (Un poco de música mientras vas leyendo)




 Los primeros años, duros: formación, viajes y vendimias allí donde me dejasen. Si se podía, cobrando y muchas veces costándome dinero. En muchas bodegas sin contrato, no voy a decir cuáles. Solo quería aprender, formarme, llenar la saca de experiencia e información. La verdad es que acosaba a todo aquel que me lo permitía a base de preguntas. Muchos, la mayoría callaron, unos pocos me fueron llenando la cabeza de respuestas e información. Desde aquí agradezco a todas las personas que me ayudaron en este camino. A los jefes que tuve la suerte de tener en estos años. Los propietarios de las primeras bodegas que llevé en O Salnés. Rosa Otero, de la Estación fitopatológica de Areeiro, Paco Rego, de la Estación Enológica de Galicia, Ricardo Carreiro de Coto de Gomariz, que me fichó al día siguiente de salir de la Evega. Solo con 25 años me puso al frente de una bodega con nombre y prescindió del enólogo que estaba al frente. Enólogo reputado, pero que no quiso trabajar con el chaval. La verdad es que viéndome con mis melenas y mis camisetas y siendo tan joven, no debía impresionar mucho. Pero lo que queríamos era tener nuestro propio estilo, dejar expresarse la zona y el suelo. No ser uno más.

 Pensé, al salir de la escuela, que lo sabía todo y no tenía dudas. Pero poco a poco me di cuenta que no tenía ni idea. Aprendí lo que es la retranca de Ribeiro, muy distinta a la de la costa. Ostrás, aquí son duros, le comentaba a Paco. Se te deixas comenche polos pes. Oubea coma eles, me decía. Gentes duras, tierra de grandes viticultores. Aprendí que si tienes una viña eres el hombre más rico del mundo, no morirás de sed y no discutirás con la mujer. Estas menos tiempo en el bar y te permite ir a los entierros, algo sagrado por aquí, me decía un técnico local. 





Fueron pasando los años, primero el paso a ecológico y biodinámico. El chaval ese os va a llevar a la ruina, decían. Los recelos de algunos enólogos y viticultores locales fueron pasando. Dejaron de quejarse de mis vinos, no tenían la tipicidad que se llevaba en la zona hasta el momento. Los primeros premios, la salida de los VX, Vino gallego con barrica y tantos meses, herejía!!!. El tiempo todo lo cura.

 “Ahora te respetan, pero entraste como un elefante en una cacharrería”.” Le pusiste las pilas a la forma de trabajar y elaborar en la zona”. Me dijo un día uno de ellos. Creo que mi suerte o mi desgracia es que no tuve a nadie que me apadrinara y aprendí de diferente forma. Sin complejos, ni vergüenza y con mucha ilusión. Solo éramos dos chavales que vivían por y para el vino. 

Los medios se empezaron a fijar en nosotros. Los vinos sorprendían, más fuera de la península que en casa. Las primeras ofertas y la posibilidad de otras zonas. Otras experiencias, nuevas variedades, culturas, formas de elaborar. Una suerte, la verdad, en estos años he podido elaborar en troncocónicos tipo cohete lunar, hormigón, lagos de piedra, poliéster, barrica abierta, tinos de madera, depósitos enterrados, siempre llenos, etc. Creo que lo que me falta es elaborar en un tambor de lavadora. He podido elaborar vinos con más de 50 variedades en sitios cálidos, fríos, secos, húmedos. Cada experiencia, unas buenas, otras malas, me han ayudado. He aprendido de todo el mundo y sigo aprendiendo. He asistido un montón de cursos, másters y he sido profesor en cursos y máster. He hecho presentaciones en donde venían 3-4 personas y otros donde había cientos y sigo con mi enorme timidez. Todo me ha ayudado.

 Pienso un poco distinto que cuando empecé. Todo cambia desde dentro. Pero creo que mantengo casi la misma ilusión. El mejor vino está por hacer, no se debe parar nunca de buscarlo. Da igual el precio, siempre tienes que sentirte orgulloso de lo que hagas. Ser honesto, se pilla rápido al mentiroso y nunca sabes quién te está escuchando.

 He tratado de trasmitir eso a todos los que he tenido trabajando conmigo. Algunos ahora con su propio vino. Han estado conmigo decenas de estudiantes en vendimia, todos con su inocencia y sus preguntas. A todos les he dicho lo mismo, viaja y haz vendimias fuera, vete a los mejores. Los mejores son los que enseñan y trasmiten a los demás. Muchas veces esa gente no es famosa, son gente que no sale en las revistas, pero te llenaran el alma y la cabeza de cosas que no olvidarás nunca, para bien o para mal. Los que saben son los que te enseñan, los que no cuentan es porqué no saben. Tienen miedo a que sepas lo que ellos. Este mundillo está lleno de vendedores de humo y a veces parecen muy buenos. Si sabes, verás si lo son. Tranquilos, una mala experiencia te ayuda a que no se repita otra vez. Pregunta, no tengas miedo de quedar mal. De todo y de todos se aprende. Alguno de los vinos que más me emocionaron los elaboraron viejetes que no tenían ni idea de enología, pero si mucho sentido común.

 Las cosas han cambiado en la enología. Cuando estudiaba, el oxigeno era malo, las lías eran suciedad, la barrica era algo que siempre tenía que ser vieja y en Galicia nada. Lo importante era la analítica. Hoy todo eso ha cambiado, solo hay que ver los catálogos de productos enológicos. Hoy es todo al revés, parece mentirá. Las modas vienen, otras se van, mejor no hay que obsesionarse con ellas. Para mí lo más importante es lo que sientes en la cata. 

Cuando estudiábamos teníamos nuestros mitos e iconos enológicos y he tenido la suerte de conocer a la mayoría. Recopilábamos recortes de prensa y soñábamos en convertirnos en esos enólogos que salían. Hace unos meses en una visita a la bodega de la escuela de enología donde estudié me decían unos alumnos. Sebio te tenemos en un mural en clase. ¿Qué dices? ¿Como es eso?, les pregunté súper extrañado. Es que eres ex alumno, ahora eres famoso y te conoce mucha gente. ¡Me quedé tonto!



 Creo que las revistas, los blogs de internet, tele, etc están haciendo mucho daño. Lo importante debe ser la bodega, la línea que lleva y su historia. A los enólogos los quieren convertir en esos entrenadores o las figuras del fútbol de los periódicos para poder vender revistas y llenar páginas. Tener algo de lo que hablar. Se habla del enólogo y es de la bodega de la que hay que hablar. ¿Qué pasa si se cambia el enólogo? ¿La bodega ya no es buena? Los enólogos pasan, las bodegas permanecen. Nunca he creído en los vinos de tal o cual enólogo. Los vinos deberían ser diferentes en cada bodega, en cada zona. Si no es así, la bodega no tiene entidad y el enólogo no está respetando la línea propia de cada bodega o zona. Es cierto que muchas bodegas fichan a enólogos para eso. Les piden que hagan esos vinos un poco clónicos y menos personales. 

Es cierto que algunos enólogos, viñerons, tienen un algo especial que transmiten a lo que hacen. O dejan que ese algo que trae dentro el vino, salga. Yo venero a esa gente, respetan, no obligan a ser algo que no es. Algunos están lanzándose al mercado para hacer sus proyectos personales, para hacer vinos personales y más arriesgados. A veces simplemente para mostrar una pequeña viña o zona escondida que se quiere mostrar al público. Si el enólogo quiere hacer sus vinos debe lanzarse y apostar por sus vinos. Yo tengo suerte, me dejan trabajar y expresar todo lo que es Gomariz, sus suelos, clima, historia. Es mi casa y así lo he sentido siempre, espero estar otros 20 por lo menos!

Creo que hemos hecho algo distinto a lo que había hasta ahora en Galicia. Tanto en Gomariz como con la gente con que colaboro. Tanto en convencional, como en ecológico,  bio ó natural. Tratando de hacer los vinos que creíamos representativos de la zona y de la variedad. Aunque fuese contra lo establecido hasta la fecha. Siempre partiendo de la premisa de que fuese un vino de calidad. Por ser natural no debe tener defectos. la naturalidad no debe ser una excusa para ciertos defectos en los vinos. Siempre el mejor vino de la forma más natural.  Yo creo que mis vinos, nuestros vinos son diferentes en cada zona y me adapto a lo que hay. El año que viene se verá si es así.

 El año que viene habrá Viño de encostas de Ribeiro, Valdeorras y Bierzo. Y el año siguiente en Rias baixas. Todo gracias al ofrecimiento de amigos y bodegueros que me han ofrecido el trabajar con ellos y poder hacer un vino en su casa. Vinos todos ellos de ladera y zona alta. Si no, no serian viños de encostas. Poder trabajar con ellos y aprender de ellos es un lujo.

 Creo que sigo siendo el mismo. Ese “chaval” de Vigo, que sigue siendo sincero con lo que hace, escuchando la misma música, amigo de mis amigos. Aprendiendo de todos, compartiéndolo todo con los amigos, disfrutando de mi familia.

 A todos, gracias!

9 comentarios:

Interesante reflexión que además me hace recordar que tengo por ahí una botella de Salvaxe pendiente de abrir. ;-)

Felicidades MONSTRUO por tus 20 vendimias, muy bien llevadas, por cierto.

SALUDos


Caramba!, así no me extraña que publiques de Pascuas a Ramos. El tema de los Christians lo he tenido que quitar porque no era capaz de leer y escuchar al mismo tiempo. Problemas de la edad y la masculinidad, supongo.

Como ya hemos comentado alguna vez, el tiempo pone todo en su sitio, y con el vino más todavía. Creo que si algo resume todo ese trabajo, es el excepcional Colleita 2005 que pudimos catar el otro día. Años de sufrimiento bien invertidos.

Un abrazo y a seguir!

...sen palabras

Parabéns!

antonio portela

Retrospectorrrr que dirían en la hora chanante. Estos post evolucionan = de bien que el HUSH en botella. Merece la pena la espera, aunque, eso si, el fondo musical se ha quedado un peín corto...

Seica unha vella iba polas encostas cantando que a vindeira colleita non haberá cristiano que a probeeeeeee,
por que ó Sebio ocurriuselle ir cheirar unha Flor e saiu unha Abella a picarlle nun recuncho XXXXXXXXX.
O berro escoitouse en toda a Abadía de Gomariz e o tipo escomezou a correr coma un Salvaxe polo Coto de Gomariz abaixo, ata toparse con dous viñeiróns que lle pediron Silenciooooooooo,
non fora ser que se despertara un tal Primo Caco, que estaba a durmir a mona na adega, despois de festexar o seu Aniversariooooo.
Issué o que a vella cantaba, a ver ata onde chega a canción na vindeira Colleita, e a ver se continua a ser tan Seleccionadaaaaa.

Enhorabuena Sebio! Eso sí, no tardes tanto en volver a escribir.

Saludos!

Felicidades Sebio!! me imagino que estaras muy orgulloso porque realmente lo merece. Poco mas puedo decir porque creo que ya lo has dicho todo tu. Espero que sigas haciendo lo que haces en Gomariz durante mucho tiempo, creeme que me acuerdo bastante de ti el dia a dia cuando los ingleses me piede un "albarino" y les doy Gomariz X, tomaaaaaaa!!!!

Un fuerte abrazo desde Londres!!!

Un artículo muy bueno. Como dice el tango, 20 años no son nada. Un abrazo, Carlos Leira

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